MUNI. DE VICENTE LÓPEZ - VILO golpeó sobre el final

En un partido caliente, el conjunto de Vicente López derrotó en su cancha a Atlético San Andrés por un ajustado 17 a 14, en lo que fue la 7º fecha del Grupo IV de la URBA, Copa Volkswagen. El equipo local, primero del certamen, debió esperar hasta el final para poder festejar, ya que su rival a pesar de ocupar los últimos puestos de la tabla, estuvo a punto de vencerlo.

Garra, empuje, cambio de dueño, manotazos, corazón, desprolijidad, emotividad… nada le faltó a este encuentro. Tuvo una pizca de cada condimento. Por momentos fue monótono; a veces dinámico, en otro agresivo y hasta demasiado friccionado. Pero en ninguno memento perdió la emotividad.
En la primera parte, y de manera muy temprana, El Atlético San Andrés se puso en ventaja a través de un envío a los palos. Esto produjo la rápida reacción de VILO, que a los 12 minutos de transcurrido el encuentro ya había pisado dos veces el ingoal de su adversario (dos tries de los wingers, uno por el lado ciego).
Todo hacía parecer que el score final sería muy abultado para los locales, ya que después de los tries, seguían con la posesión de la pelota. Pero los visitantes esperaban bien agrupados en el fondo, y escudados en su full back, lograron anotar tres puntos más antes de la finalización del primer capitulo.
La segunda etapa fue muy rara. El conjunto de Vicente López siguió como dueño absoluto del partido. Constantemente atacaban y atrincheraban a su rival, pero sin embargo iban sin ideas claras, ya que nunca lograban inquietar. Esta monarquía duró 30 minutos.
Pero el empuje, la garra y el corazón pudieron más que el juego, y el espíritu del ASARC resurgió. Empezaron a despegar del fondo, y patada mediante, comenzaron a adueñarse del trámite del encuentro. Los nervios del local quedaron en evidencia, y lo que era un partido “ganable” en los papeles (VILO está primero, Atlético anteúltimo), se transformó en una pesadilla para los anfitriones: dos amarillas en cinco minutos y un try de Rodríguez luego de un maul, pusieron el partido 14 a 12 para la gente de San Martín a falta de minutos para el final del match.
La historia no estaba escrita, y VILO hizo pesar toda su experiencia: a los 46’, con el orgullo a cuesta y su gente frenética, empujó un scrum en los últimos metros como si fuera una final, y derivó en el try que le permitió aferrarse al triunfo. Y obvio, mantenerse en lo más alto del difícil Grupo IV.

Fuente Rugby Fun 13/05/07